top of page

Responsabilidad de los padres en el desarrollo psicoafectivo

Hoy en día es común hablar de la mala crianza de los niños, se hacen comparativos absurdos sobre las características y conductas del niño de hoy al de antes, pero nada es más alejado de la realidad que nos rodea, puesto que es la manera tan rápida en que se desarrolla nuestro entorno, los cambios culturales y las exigencias del ambiente, las que de alguna manera crean miedos e incógnitas acerca de la manera en que se debe educar a los hijos.

​

Según investigaciones, los padres o cuidadores son los responsables de la crianza del niño, ya que estos influyen en el desarrollo socioafectivo del infante, la manera en que interactúa la familia entre la inestabilidad, puede repercutir psicológicamente en el niño, ocasionando ambivalencia en sus reacciones,  desequilibrio emocional y alteraciones perceptivas. Cuervo (2010).

​

Para Ezpeleta (2005), los niños que fueron educados con falta de afecto, con afecto negativo o en contextos formados por la violencia, puede provocar mayores posibilidades de vulnerabilidad a padecer  problemas emocionales y comportamentales, que serán proyectados desde la infancia. Lo anterior refleja la importancia de los vínculos positivos con los infantes, que debe ir desde el embarazo que es la etapa en la que se asume que llega a una vida a formar parte del hogar, que va necesitar el amor y acompañamiento de su familia, para aprender a vincularse más adelante en sociedad.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

Por otra parte, el desconocimiento no debe ser excusa para tomar medidas extremas sin bases reales sobre la crianza, dado que en la cotidianidad podemos evidenciar a unos padres desorientados que utilizan una estrategia en la que adoptan una posición permisiva, ocasionando que el niño refuerce conductas negativas ante situaciones en que no deberían recibir un estímulo positivo o en otras palabras ser complacidos, permitiendo que los niños tomen el control de los padres en toda situación, lo que fomenta dificultades para la interacción, también están los padres que toman una posición autoritaria, en el cual no se permite el desarrollo adecuado, debido al excesivo control que tienen estos padres sobre sus hijos. Arregui, (2003).

​

Desde este sentido, no podemos caer en la tendencia de etiquetar como culpables a padres que sencillamente desconocen la forma en que deben educar a sus hijos, dado que todos debimos educarnos para aprender a hacer lo que hoy somos. Sin embargo, los padres son responsables de enseñarles a sus hijos los límites de convivencia y aspectos que estimulen positivamente sus acciones, además de brindarles afecto positivo para que de esta manera ellos puedan relacionarse adecuadamente. Por lo que se evidencia la falta de formación enfocadas en pautas de crianza que estén más acorde a las condiciones del entorno, eliminando mitos que distorsionen la realidad del  niño de hoy, y creen más conciencia para que la sociedad apoye el proceso de formación y desarrollo de sus hijos, que favorezcan la autoconfianza, autorregulación de emociones, el desarrollo psicosocial, socioafectivo, para  una adecuada adaptación al medio que contribuya  con la sociedad y potencialice  desarrollo emocional, conductual y cognitivo.

 

 

REFERENCIAS:

​

Arregui, L. A. (2003). Función paterna, pautas de crianza y desarrollo psicológico en adolescentes: Implicaciones psicoeducativas. Acción pedagógica, 12(1), 20-30. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2972740

​

Cuervo; Martinez, Á. (2010). Pautas de crianza y desarrollo socioafectivo en la infancia. Diversitas: Perspectivas en psicología, 6(1). Recuperado de: https://www.redalyc.org/html/679/67916261009/

​

Ezpeleta, L. (2005), Psicopatología del desarrollo. Madrid: Masson. Recuperado de: https://www.tagusbooks.com/leer?isbn=9788436832143&li=1&idsource=3001

Sin_título1.png
bottom of page